Increíble restauración vuelve a dar vida y esplendor a una vieja casona de Moreno.
En un barrio periférico, en las afueras de la ciudad, en una zona rural con mucho espacio verde, se descubrió una antigua casona de la cual no se conoce exactamente la historia. Sin embargo, se puede ver que era una lujosa construcción, con delicados detalles arquitectónicos de mediados del siglo pasado. La primera fotografía que se publicó fue una imagen tomada por una agrupación llamada Moreno Vive, y a partir de esa imagen fueron muchas las conjeturas, la intriga y el misterio que se tejieron en torno a esta antigua edificación.
Si bien la casona estaba deshabitada, había caseros en una vivienda cercana que la cuidaban asegurando que sus propietarios les habían pedido que custodiaran la propiedad.
Otras fotografías con mayor acercamiento muestran que en su interior había un lujoso billar, juego de moda a mediados de los años cincuenta en argentina. Ese detalle es un indicio de que sus propietarios pertenecían a una clase adinerada y que seguramente harían viajes al extranjero, de donde traerían novedades, gustos y modas. El viejo billar todavía conservaba su paño original e incluso todo su mecanismo completo, realizado artesanalmente en finas maderas y con exquisitas terminaciones.
Los detalles de las aberturas, puertas y ventanas, herrajes y vidrios decorados, dan cuenta de que todo era elegante y lujoso: Sería una estancia de vacaciones para personas que quisieran pasar unos días en el campo, en contacto con la naturaleza y disfrutando de la vida al aire libre. La casona está situada muy cerca del Río de la Reconquista, que antiguamente era un imán para los habitantes de las grandes ciudades, que elegían a Moreno como lugar de esparcimiento y de miniturismo.
La casona quedó deshabitada, y el paso del tiempo (también el vandalismo), dejó sus marcas. Lentamente fue presentando vidrios rotos, hubo entradas de ladrones que querían saquear el lugar dado que había lujosos muebles y fina cerámica, además de ornamentas de iluminación en bronce labradas y lustradas con mucho esmero. Todo eso ya ha desaparecido. La casona siguió en pie, aunque despojada del glamour y el brillo que tendría cuando había sido construida, en su época.
La zona que rodea a la casona, también con el paso del tiempo comenzó a cambiar su paisaje, dejando de ser una zona rural alejada de las zonas urbanas, para convertirse en barrios con una densidad poblacional en franco aumento cada año, debido al desarrollo demográfico que tiene el distrito en el que se encuentra. El partido de Moreno es uno de los lugares de la provincia y del país, con mayor índice de crecimiento poblacional desde 1980. El crecimiento exponencial del número de habitantes, conlleva que bastas zonas que antes eran rurales, se convierten en barrios completos y muy transitados.
Esta casona, sin embargo continúa atesorando misterios que aún no han sido respondidos ¿quién y cuándo la construyó? ¿cómo eran las vivencias en este lugar en aquellos días, cuando esta casona era un lugar soñado en un paraíso? ¿Por qué sus dueños no la abandonaron? son interrogantes que no podemos evitar que surjan cuando nos acercamos a una hermosa construcción que se mantuvo casi olvidada por más de medio siglo, esperando a ser descubierta. Seguramente en Moreno, muchos más rincones guardan secretos que esperan ser revelados.
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